Es importante destacar que el caballo es un gran elemento igualador, que hace que personas con discapacidad o dificultad de cualquier tipo, se sientan tan capaces como individuos sin necesidades especiales.
El hecho de montar a caballo, rompe el aislamiento de la persona respecto al mundo, poniendo al paciente en igualdad de condiciones respecto al jinete "sano".
Por ejemplo, personas que tengan limitado su movimiento y necesiten la ayuda de un andador o una silla de ruedas, si los colocamos sobre un caballo podremos "liberarlos temporalmente", de ese objeto-ancla del que son esclavos y que continuamente les recuerda que tienen una limitación, así , conseguimos adquirir o recuperar esa ansiada sensación de AUTONOMÍA, que es el objetivo final a conseguir en todas las terapias y la palabra que más veces escuchamos en boca de todos los terapeutas.
Además, gracias a nuestra terapia, hemos conseguido que nuestros pacientes puedan realizar una actividad simultánea, con sus hermanos o amigos. Pacientes que antes se quedaban mirando cómo montaba su hermano, ahora montan juntos...QUEREMOS NORMALIZAR SU VIDA ¡¡¡
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